jueves, 24 de marzo de 2011

un día chachi (parte 2)

Acabamos de entrar al coche, y mi padre se acaba de acordar de que no tiene gasolina, y el coche de Mar lo estan reparando.
Estamos caminando para llegar, y en las mochilas parece que dentro haya elefantes.
No se cuando vamos a llegar, lo que se es que cuando llegue al barranco voy a dormir en la sala de opera.
 Por fin, hemos llegado vivos, con mucho dolor en la espalda, pero vivos.
Nos queremos tumbar, pero no podemos porque tenemos la espalda doblada como una interrogación.
Son las dos, y vamos a comer, ibamos a comer, porque nos acabamos de dar cuenta de que no tenemos bocadillos, ni nada, solo una botella de agua de dos litros.
Ya se nos ha pasado lo de la espalda, y vamos a dormir la siesta en una roca.
Estamos intentando dormir pero con tantos pájaros era imposible, pero al final vino el sueño.
Ya nos hemos despertado, y son las siete.
Mi padre ha tropezado con una piedrecita y se ha estampado contra un árbol, dice que no se ha hecho daño.
Estamos llegando a casa con un millón de tiritas.

1 comentario:

  1. Tienes razón, el golpe contra el árbol no ha sido tan doloroso como tener la espalda en forma de interrogación por culpa de esos malditos elefantes de las mochilas...La próxima vez me aseguraré de que el coche tenga gasolina.
    Un beso de papá.

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